*Este artículo apareció en el sito achtungmag.com:
http://www.achtungmag.com/albania-literatura-pais-las-aguilas/
Esta
semana he vivido muy cerca el efecto (para bien) de las redes sociales y del
mundo globalizado de Internet. El
detonante fue una entrevista que me hizo Maria
Isabel Orgaz para leerenmadrid.com.
En ella, se hablaba de mi tesis doctoral
sobre el escritor albanés Ismaíl Kadaré.
Gracias a esto, de manera sorprendente y con una rapidez fulgurante, me
encontré, convenientemente traducido, como noticia de portadilla cultural en
numerosos medio digitales de Albania
y de Kósovo. Los misterios de Internet sólo son comparables a los
enigmas que la literatura albanesa pueda encerrar para un lector medio en España. Pero escritores, además de Ismaíl Kadaré, hay muchos, y algunos
están publicados en nuestro país.
En
efecto, la literatura albanesa parece algo exótico y distante, una quimera,
pero lo cierto es que el País de las
Águilas alberga una enorme tradición literaria de grandes autores que, ni
los 41 años de voraz dictadura
estalinista, pudieron aniquilar. Y ya que me refiero al tirano, a Enver Hoxha, voy a recomendar una
novela que acaba de aparecer en la editorial Siruela, por mano de un autor muy particular: Bashkim Shehu. Se trata del libro Angelus Novus.
Bashkim Shehu,
efectivamente, es un autor peculiar. Y lo es por ser quién es. Es decir, el
hijo de Mehmet Shehu, personaje que
estaba destinado a suceder al mismísimo tirano Hoxha. Mehmet se
caracterizó por imponer las políticas de
Hoxha con mano de hierro, y como no, la represión, hasta colocarse como
claro aspirante a tomar el relevo en el mando cuando el tirano faltara. Sin
embargo, un turbio tejemaneje acabó con la vida de Mehmet en un asesinato
político, y su caída en desgracia arrastró a toda su familia. Bashkim, el hijo, terminó refugiado en Barcelona, desde donde pudo dar rienda
a su vocación como escritor. Sobre esta misteriosa caída en desgracia de El Sucesor,
hay una excelente novela de Ismaíl
Kadaré con ese mismo título, publicada en Alianza Editorial.
Pero
volviendo a Bashkim Shehu y su obra:
antes de este Angelus Novus que acaba de editar Siruela, ya tuvimos ocasión de leer otro de sus libros,
Confesión frente a una tumba vacía: sueño autobiográfico (Península), un muy buen texto en donde Bashkim narraba las peripecias
desagradables e infructuosas derivadas de su inmersión en el proceso para
encontrar la tumba de su padre asesinado por Hoxha. Además, aún hay otro libro de Shehu traducido; se trata de la más que interesante novela El
último viaje de Ago Ymeri, publicado hace años por la editorial Meteora y, hoy en día, prácticamente
imposible de encontrar. Señores de Siruela,
tomen nota para acometer una nueva edición de un texto que bebe de riquísimas
fuentes oníricas, de las tradiciones y de las leyendas albanesas.
Y
si se trata de recopilar esta prodigiosa sabiduría popular, se publicaron en
español dos volúmenes imprescindibles: Cuentos populares albaneses (Miraguano), y El agradecimiento del muerto
(Alberdania). En ambas recopilaciones
figura como compilador Ramón Sánchez
Lizarralde, toda una bendición para la popularización de las letras
albanesas en España. Lizarralde fue el traductor de Ismaíl Kadaré al español, y un raro
lujo para los lectores. Es una de las claves de la imponente presencia de Kadaré en nuestra lengua, que incluso
cuenta en Alianza Editorial con una
biblioteca personal que lleva su nombre. Mientras en otros países han volcado a
Kadaré desde una traducción previa
del inglés o del francés, es decir, en retraducciones,
en España contamos con el lujo de Sánchez Lizarralde, que lo hacía
directamente desde el albanés, la lengua de escritura original. El resultado:
un Kadaré más completo y cercano a
los lectores que en cualquier otra traducción. El fallecimiento de Lizarralde fue un duro varapalo pero,
afortunadamente, María de Roces, su
compañera sentimental y que trabajó mano a mano con él en muchas de las
traducciones, ha tomado el relevo.
Quizás
sea, actualmente, Fatos Kongoli el
autor que más se aproxime a la monumentalidad de la obra de Kadaré, aunque
todavía le resta un enorme camino por recorrer. De este magnífico escritor, con
seis libros editados por Siruela,
recomiendo La vida en una caja de cerillas, Una nulidad de hombre y Piel
de perro. Son novelas determinantes para comprender la Albania moderna y cómo intenta
sobrevivir y convivir con el peso que arrastra del terrible pasado.
Por
supuesto, aún existen algunos libros más de literatura albanesa en español: El otoño
de Xheladin Bey y otros relatos, de Mitrush Kuteli y publicado en
Ediciones del oriente y el Mediterráneo, o la sorprendente El
tiempo de las cabras (Libros del
Asteroide), del diplomático macedonio —pero que escribía en albanés— Luan Starova. Muestra de la enorme
riqueza lírica de la literatura albanesa es la magnífica cosecha poética de sus
autores. Un pedacito de ella puede paladearse en La prueba de
la tierra. Tres jóvenes poetas albaneses (editado por
la Diputación Provincial de Málaga),
que recoge muestras de la obra de Agron
Trufa, Ervin Hativi y Gentian Çoçoli, y que se complementa
con otro poemario también publicado por la Diputación
de Málaga: la obra de Mimoza Ahmeti titulada Delirium.
No
quiero terminar sin referirme a una escritora excelente, Ornela Vorpsi, con dos obras tan sorprendentes como duras: El
país donde nadie muere, y Puro veneno, ambas editadas por Lumen. Si bien Ornela escribe en italiano, no he querido dejar de mencionarla,
porque es una escritora albanesa que despliega toda una cosmogonía propia en
sus obras, que bebe y comparte fuentes comunes con el resto de los autores
albaneses.
Y
no voy a dejar de lado a Kadaré en
un artículo sobre literatura de Albania.
Muchas son las obras que se podrían recomendar de este autor mayúsculo y
memorable que debemos celebrar como un patrimonio cultural de todos los amantes
de la literatura. El lector siempre encontrará belleza, o un motivo de
estremecimiento o de entusiasmo, en sus libros. Ya sea en su primera novela, El
General del Ejército muerto, o en El cerco, Abril Quebrado, El
Palacio de los sueños, El Nicho de la vergüenza, Spiritus,
El
accidente o La cena equivocada… tan sólo un puñado de libros tomados de una
obra de una riqueza y una variedad tan fascinante como aplastante.
Com
no podía ser de otra forma, en una literatura tan deslumbrante, muchos son los
autores que merecerían ser vertidos al castellano, muchos más de los que hasta
ahora han sido publicados. En esa lista de espera para dar el salto a nuestras
letras están, entre otros, Migjeni,
poeta de principios del siglo XX, o el recientemente fallecido Dritëro Agolli, y Petro Marko, Esad Mekuli,
Fatos Arapi, Xhevahir Spahiu, Rexhep
Qosja o la propia mujer de Kadaré, Helena
Kadaré, propietaria, también, de una interesante obra.
Todas
estas ediciones en español a las que me he referido, de excelentes autores,
cuando no excepcionales, nos acercan la riqueza de esta literatura y demuestran
que las letras albanesas existen: y no solo eso, sino que vuelan muy alto
porque, no en vano, se trata de la literatura del País de las Águilas.